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Foto del escritorRaquel Puig

¿Existe el amor a primera vista?

Nuestras miradas se cruzaron, no tardamos ni una décima de segundo en darnos cuenta que estábamos hechos el uno para el otro” Con estas palabras o similares relatan algunas personas como conocieron a su pareja. Sin embargo, ¿es posible enamorarse de alguien a primera vista, sin conocerlo de nada?




Cuando nos enamoramos existen numerosos procesos neuroquímicos en el cerebro que producen que contraigamos esa unión emocional con una persona la cual muchas veces es desconocida para nosotros. Las principales sustancias responsables de este volcán emocional son la oxitocina y la dopamina.


La oxitocina, con frecuencia denominada “hormona del amor o del apego”, está relacionada con varios procesos fisiológicos, entre ellos el nacimiento y la producción de leche en las madres lactantes. También influye sobre nuestra conducta del apego, incrementa la sensación de placer y reduce el estrés. La dopamina, por su parte, aumenta la iniciativa y la motivación.


Cuando una persona nos causa a primera vista una impresión positiva y la consideramos atractiva nos apresuramos inconscientemente a idealizarla

Cuando nos enamoramos la dopamina y la oxitocina producen una modificación de las señales cerebrales. De hecho, el “éxtasis” del enamoramiento activa los mismos centros de recompensa que muchas drogas sintéticas. Además cuando miramos a la persona amada las regiones dopaminérgicas se ven claramente más activadas.


Curiosamente a causa de la falta de información sobre la persona que nos gusta, la atracción física gana protagonismo en el amor a primera vista. Lo que nos lleva muchas veces a percibir una serie de sensaciones que interpretamos como amor sin darnos cuenta de que realmente es un aborigen de procesos químicamente cerebrales y tácticamente estructurados para que así sea. Ahora bien, para que los patrones de apego se estabilicen, se precisan muchas experiencias en compañía de la otra persona y momentos íntimos. Solo entonces puede hablarse de amor, y no de procesos químicos impuestos como quien habla de una poción mágica del siglo pasado.


Hay estudios ("What kind of love is love at first sight? An empirical investigation. F. Zsok et al. En Personal Relationships, vol.24, págs.. 869-885, 2017") que demuestran que una cara nos parece más atractiva cuando mantenemos contacto visual directo. Ello activa las áreas cerebrales encargadas de nuestras emociones, así como los centros de recompensa del cerebro. Pero por lo general, esto no resulta suficiente para que se produzca un amor duradero.


Como hemos destacado anteriormente, la impresión positiva que nos causa la persona que consideramos atractiva nos lleva a idealizarla. En otras palabras, le atribuimos más características y cualidades positivas de las que en realidad conocemos o tiene. Por lo tanto, si el amor se basase solo en hechos no tendría un efecto tan potente. De esta manera, lo que se conoce como “amor a primera vista” es una atracción física que aumenta nuestra predisposición a iniciar una relación. Pero para que se desarrolle un efecto duradero, es necesario el conocimiento mutuo. Si los sentimientos perduran y la primera impresión deja sitio a una imagen realista de la otra persona, entonces es cuando podemos hablar de amor.


En conclusión, decir que nos hemos enamorado a primera vista sería más bien entender que en un primer momento nuestro cerebro ha sufrido una alud de procesos neuroquímicos que han provocado cierta atracción hacia la otra persona, pero en ningún momento podemos hablar de amor “más o menos real” hasta que ambas personas han compartido numerosas experiencias juntas y se perciben realmente como son, con sus defectos y sus virtudes, pero sin idealizar una imagen que francamente es más cuestión de nuestra propia fantasía que de una realidad.


Muchas veces nos encontramos con personas que piensan que están profundamente enamoradas y apenas han compartido un par de momentos o situaciones con el ser supuestamente amado, es entonces cuando se debe ser consciente de esta posible idealización para no caer en las numerosas consecuencias negativas que podría producir un apego emocional poco sano.



"What kind of love is love at first sight? An empirical investigation. F. Zsok et al. En Personal Relationships, vol.24, págs.. 869-885, 2017"

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