Sufres Dependencia Emocional en tu relación de pareja si...

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- Estás viviendo una ruptura extremadamente dolorosa

- Sientes una necesidad desmesurada por estar con la persona amada

- Empleas mucho tiempo en retener a la persona amada junto a ti

- Reduces tu red social y tus compromisos por estar con la persona amada

- No ves vida más allá que la compartida con tu pareja

- Tienes la sensación que tu vida sin la persona amada no tiene sentido (sin ti no soy nada, sin ti no sé que haría...) 

- Cuando tienes que tomar una decisión pides la opinión de tu pareja y aunque no la compartas sigues su manifiesto

- Aplazas tus propias necesidades e interpones las de tu pareja primero

- Te sientes responsable de los problemas y sentimientos de tu pareja

- Buscas la afirmación y aprobación de tu pareja constantemente

- Sientes una necesidad incontrolable de controlar a tu pareja

- Sueles fantasear sobre como te gustaría que fueran las cosas con tu pareja

- Sientes miedo de decir lo que piensas o llevar la contraria a tu pareja por miedo a perderla

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Debes tener presente que el objetivo al madurar como personas no es volvernos completamente “Independientes” sino desarrollar lazos de Interdependencia sanos con otras personas, en este caso en la relación construida con una pareja sentimental. 

Como podrás ver en mi Blog Vacunas Terapéuticas hay distintos tipos de dependiente emocional y es por ello que según la tipología de casa rasgo es necesario intervenir de forma distinta para lograr los objetivos que se buscan durante las sesiones terapéuticas. 

 

Con la TPB (terapia breve estratégica) trabajaremos en como se establece el problema y en como se mantiene la situación, buscaremos las soluciones más que las causas y desarrollaremos estrategias de resolución para poder superar la dependencia. Desde el inicio de la terapia trabajaremos para romper el círculo vicioso establecido entre las soluciones intentadas en busca de la solución y la persistencia del problema. 

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"Que pienses en tu pareja no es malo, que sea en lo único que piensas sí"

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La Golondrina y el Príncipe

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Una mañana de primavera el príncipe salió a su balcón algo desvalido a contemplar el hermoso día que había amanecido. Mientras estaba distraído con sus pensamientos una hermosa golondrina se poso frente suyo. Ella empezó a cantar y enamoro los oídos del príncipe que sin dudarlo la invitó a vivir con él después de pensar que no podía existir en el mundo una golondrina más hermosa y perfecta que aquella. Le prometió que no le faltaría nada, tendría comida, no se tendría que preocupar por el duro invierno y estarían siempre juntos. 

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La golondrina sorprendida por los halagos del joven príncipe y por las promesas de éste acepto su propuesta. El príncipe ordenó que construyeran una jaula con barras de oro para la joven golondrina y la coloco encima de su mesita de noche para poder verla y escuchar su canto cada mañana. 

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Los días fueron pasando y la golondrina perdió su ilusión por cantar, era cierto que vivía cómodamente, no tenia que buscar su comida ni escaparse del frío pero la magia de su libertad se había desvanecido. Pidió al joven príncipe que la dejará libre otra vez para poder recuperar su ilusión, pero este que estaba completamente enamorado de su canto y su hermosura le negó la propuesta, ofreciéndole a cambio más placeres para asegurarle una vida repleta de lujos. 

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A los pocos días el príncipe se despertó sobresaltado. Fue a acariciar a la golondrina y la encontró muerta. Presa de la ira buscó a su sirvienta y la despidió porque, sin duda, alguno de los insectos que le había dado para comer la habían matado. El hecho de haber encontrado un culpable no le reconfortó, se sintió aún más solo y desvalido que antes de que apareciera la golondrina. Hasta que otra se posó en su ventana y le cantó una canción: la más bonita y hermosa que jamás había visto. 

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"En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que queremos ser." William Shakespeare

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